Niez, el hombre de las derrotas PRO que sigue aspirando a la intendencia de Concordia

Si alguno pensaba que el PRO estaba ordenado a nivel provincial y en las distintas ciudades se equivoca. El paso de las internas partidarias (en las que solo Colón alteró, por un rato, un poco la paz) parecían marcar un camino de tranquilidad de cara a las próximas elecciones, pero en el horizonte se divisan algunos problemas.

En las últimas semanas, en Concordia volvió a aparecer la imagen de Roberto Domingo Niez, el candidato que perdiera la elección en el 2019 contra Enrique Cresto y quien quiso disputar las elecciones internas del PRO en el 2020, también con una fuerte derrota política.

Lo curioso de la aparición tiene que ver con la renovación que pedía el espacio en la ciudad: cuando todo parecía encaminado a una lista de trabajo conjunto entre Manuel Troncoso y Eduardo Caminal, como los dos máximos aspirantes, el nombre de Niez busca meterse por la fuerza con otra visión de la ciudad y el partido.

Incluso fue muy crítico hacia Rogelio Frigerio, sin mencionarlo, en un encuentro que mantuvo con Pedro Galimberti hace apenas algunos días: "El 'modo turista', en la política, sólo permite tomar una foto panorámica de la realidad, pero no permite conocerla en profundidad", expresó Niez en clara alusión a la recorrida, en ese entonces, de Frigerio por la ciudad de la cual él no formó parte.

Ante la poca posibilidad en el PRO por su perfil agotado y derrotado en varios comicios, Niez busca dos alternativas: ser el candidato del radicalismo que conforme Juntos y del cual se sabe que habrá PASO a lo largo y ancho de la provincia o bien conseguir el apalancamiento en Patricia Bullrich para ser candidato local. En ambos casos, será la última posibilidad electoral de un hombre que supo defender las ideas del espacio amarillo pero que hoy busca solo revanchismo político en una limitada visión personal y alejada de la realidad.

Ante su poca construcción y su mala consideración en la oposición, festeja el oficialismo concordiense: la actual imagen de Niez debilita al espacio opositor y salpica a los aspirantes a la intendencia de la ciudad más pobre del país.